Dios Bendiga a todo aquel que este leyendo este testimonio, Mi nombre es Yadira Berrios, tengo 39 años y conocí al Señor hace 3 años, no puedo decir que no conocía del Señor pues desde pequeña me inculcaron las creencias, iba a la iglesia católica, y ya siendo adolescente y cumpliendo con todos los requisitos de la iglesia católica, no supe que era sentir la presencia del Señor como lo he sentido en estos 3 años. Ignorando el poder de Dios en la vida de sus hijos, me deje llevar por las cosas del mundo, tuve mi primera hija a los 20 años, y seguido mis hijos gemelos, cuando ellos tenían tres años decido separarme de su padre pues la relación no funcionaba, me deje llevar por las cosas del mundo y por 4 años estuve sumida en depresión y alcohol, hasta que un día, le pedí al Señor que no quería estar sola, yo no me había convertido al señor, aun no sabia lo que era el aceptar al Señor y aun con todo eso Dios me escuchaba, y pasado algún tiempo conocí una persona, que me enseño que podía salir de la depresión, del alcohol, me ayudo con mis hijos, me ayudo con todo, y me alejo de lo que era malo para mí, luego de eso fuimos a varias iglesias a escuchar palabra de Dios íbamos con el fin de que Dios fuera el que nos enseñara el camino pero, en ninguna sentíamos que éramos aceptados, llego el tiempo de enfermedad y en medio de todo me dicen los médicos que perdí un riñón, llegaron los miedos pues tengo tres hijos, pero aun así seguí adelante, imaginen, tres adolescentes, con caracteres diferentes, fuertes, un riñón menos, miedos a que me fallara el que me quedaba, pues mi familia había padecimientos de los riñones, mi tía y mi abuela quien me crio se dializaban así que mis miedos fueron mas y más, mi pareja me daba su apoyo incondicional pero faltaba algo, no dejaba de sentir un vacío en mí, algo faltaba, llegan los momentos tensos en la relación pues la familia, la sociedad, mis hijos no aceptaban del todo mi relación, aun así el amor prevalece después de muchas pruebas, dolor, no permitimos que algo que le pedimos a Dios y que él lo concedió se perdiera por lo que dijera el hombre, y en el 2018 decidimos unir nuestras vidas delante del Señor, luego de unos meses, seguían los problemas con mis hijos, y mi pareja, pero esta vez decidimos en vez de terminar la relación. buscar ayuda, fuimos donde un profesional, un psicólogo, al que le agradezco tanto porque, a través de él, puede conocer al Señor y entregarle mi vida, El es psicólogo y Pastor luego de varias visitas nos invito a su iglesia. Recuerdo que fue en abril del 2019, eran momentos dolorosos para mí, mi matrimonio tambaleando, mi abuela estaba muy enferma y no daban esperanzas, había perdido a mis dos tías, el Señor las llevo al descanso, Cuando llego a la iglesia sentí algo diferente, sentí el abrazo, sentí el amor. Le dije a mi pareja aquí es que Dios quiere que estemos. Una semana después mi abuela pasa a los brazos del Señor, creo que ha sido de los dolores mas fuertes que he sentido y estando en la funeraria aparecen los pastores de la iglesia que había visitado y para mi fue un mensaje claro del Cielo, quien hace eso, sin conocerme, sin ser parte de la congragación aparece a dar sus condolencias, otra confirmación de que era allí que el Señor me quería. No deje que el dolor de haber perdido a mi abuela me alejara de los que ese domingo había sentido en ese lugar seguimos visitando la iglesia y llego el momento de aceptar al Señor como nuestro salvador, las bendiciones llegaron, claro que si y el enemigo atacaba fuerte pero seguíamos creyendo que Dios era mas fuerte, llegaron ofertas de empleo, llego un medio de transporte más seguro, llego un lugar para vivir en un lugar mas seguro y tranquilo, y seguimos preparándonos para seguir lo que Dios nos envió a hacer, hoy por hoy somos Capellanes, tenemos el ministerio #Abrigando el cual llevamos alimento y ropa entre otras cosas a deambulantes, niños, familias y ancianos en necesidad, y hemos sido nombrados Pastores asociados de la Iglesia Tu me amas como soy de Dorado. Hace un año el Señor se llevo en sus brazos a mi abuelito, y en medio de la pandemia no puede verlo, pero doy gracias a Dios porque en enero antes de la Pandemia habíamos podido llevarle junto a los hermanos de la iglesia unas alabanzas y oramos por el en el hogar donde el estaba, mi consuelo es que ese día lo vi sonreír y ese es el recuerdo que llevo de el en mi corazón. El Señor hace todo perfecto porque si yo no hubiese sentido su presencia en aquel momento, Mi vida no seria lo que estoy contando ahora. Doy Gracias al Señor porque hoy puedo testificar que el es el camino la verdad y la vida como dice Juan 14:6, Hermano que me lees, sea cual sea la situación que estas pasando confía en Dios y reconoce que Él es tu salvador, arrepiéntete de tus pecados y toma tu cruz y sigue en pos de Jess, las cosas del mundo atraen mucho, pero te distraen de lo que es la promesa del Señor, que es la vida eterna,