Una mañana, mi corazón comenzó a latir fuertemente. Sabía que era producto de la Presencia de El Espíritu Santo. Comencé a hablar en voz alta y le preguntaba qué quería que hiciera. Lo que salía de mi corazón era la palabra Salmos. Era tan fuerte lo que sentía que comencé a llorar y le dije: envíame que yo obedezco. Sembró en mi corazón levantarme todos los días temprano a orar y a las 6:10am leer un Salmo diario y alabar Su Nombre. Así comenzó este hermoso camino. ¿Porqué no podía ser a otra hora? Así podría dormir un ratito más. Pero, en el camino me dí cuenta de que mucha gente necesitaba levantarse cada mañana a adorar Al Rey de Reyes y que sus días serían completamente diferentes. Doy Gloria a Dios porque hoy día son muchas las personas que se unen a esta Sierva a dar gracias, cantar, reír con los que ríen, llorar con los que lloran. Hemos vivido tiempos de dolor, ayudando a levantar a los hermanos que se han caído y tiempos de gran alegría celebrando el milagro de otros. Nos hemos convertido en una gran familia. Nos amamos, nos llamamos nos escribimos. Somos UNA IGLESIA y pronto estaremos ante La Presencia Del Señor cara a cara y cenando en Las Bodas Del Cordero. Aleluya!!! GRUPO LOS SALMOS